1. Soy paranoica.No soy envidiosa, por definición general. El encuentro más cercano con la envidia que me viene a la mente es, quizás, el que no me quepa en la cabeza que
Plaqueta tenga tanto fanático cuasireligioso en su blog, cuando escritoras como
Rax,
Osiazul o la
trompetista de falopio pasan desapercibidas teniendo mejor madera. De cierto modo entiendo el mecanismo y no puedo evitar remitirme a aquél capítulo de futurama donde Leela es contratada para ser la primera mujer que juega en las grandes ligas de... ehh... hmm... ese deporte raro que era como baseball pero no era baseball. No era buena, pero vendía. A veces me pregunto si en realidad es eso, o es sólo una masturbación mental para aliviar el hecho de que de hecho soy una envidiosa de mierda. Pero... si soy una envidiosa de mierda... ¿por qué no envidio verdosamente a todas esas chicas talentosas (
enayla,
ani-r,
carolina-eade,
C-D, carolina barajas,
gunnerRomantic,
cypher-x, etc, etc, etc) que se desarrollan en mi propio campo fuerte, son años mas jovenes que yo, son - en casos - increíblemente hermosas y trapean el piso conmigo? Bueno... con Cypher-x de repente me entra la misma duda que con Plaqueta, pero no me cuestiono su talento, sino como es que tratando a sus fans con la punta del zapato éstos regresan a lamérselo. En fin.
Mi despliegue de celo académico anterior, no es nada a comparación de la cantidad de celo pasional que soy capaz de albergar en mi corazoncillo de pollo. Mi mente es y siempre ha sido campo fértil para cultivar la más extensa gama verdosa en cuanto a celos se refiere, y mi imaginación es muy prolífica en cuanto a hilar hechos aislados y construir novelas de pasión, intriga y romance en torno a ellos, por lo que, si tu amigui de intercambio viene por unos dias y la sacas a pasear, es porque tienen algo; si tu mejor amiga tiene una crisis psicopatológica y pasas la noche en su casa cuidando que no se suicide, es porque tienen algo; si pones al director de la empresa en donde trabajas por encima de mí, es porque tienen algo; si una mosca se para entu hombro, es porque tienen algo. Drama garantizado!
2. Se me olvidan cosas que son importantes para tí, pero Ay de tí si se te olvida mi cumpleaños.
Sara Alicia Mazariegos fué la primera en descubrir los mecanismos de mi memoria de pez japonés: recuerdos selectivos. No es que mi memoria sea mala, es que estoy escuchando música mental cuando las cosas están sucediendo. Y como el 99% de las cosas a mi alrededor, en realidad, no me interesan, ps... simple y sencillamente no las registro. No es grosería, lo que pasa es que, bueno, en realidad, sí es grosería. Ahh... la capacidad de asombro... si alguien ve la mía marque al 01-800-NELLESDORYDEBUSCANDOANEMO
3. Soy una superficial de mierda.Yo confieso ante Dios padre todo poderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible, que he ido al cine a ver Narnia unica y exclusivamente para ver al
príncipe Caspian.
El dicho popular dice que el extrerior no dura para siempre pero el interior nunca envejece. Y dice bien. Yo soy partícipe de elegir compartir tus mejores momentos con aquélla persona que te quiere, cuya personalidad hace el embone perfecto con la tuya y que sabes estará ahí llueva, truene o neve y aunque el mundo sea invadido por monos capuchinos. Mi defecto es que los pido en guapo.
4. Tengo muchos amigos bonitos.
Tuve una vez un mejor amigo que fué el mejor de los mejores amigos que pude alguna vez tener. Para mi mala suerte, y siguiendo el cliché por excelencia, terminé gustándole. Después de la protocolaria charla del "te quiero como amigo", se supone que quedamos como amiguis por siempre y seeehhh no hay pedo, pero una de las virtudes de ese mi antiguo amigo era la de la perseverancia, por lo que se fué metiendo, como quien no quiere la cosa, en el papel de "algo más que amigo" y ahí fué donde la cosa tronó, en primera, porque me espantaba a los clientes, y en segunda, porque me hacía los dramas que yo mencioné en el apartado uno, pero de a gratis porque no éramos nada. La situación llegó a ponerse tan pesada, tanto para mí como para él, que decidí borrarme del mapa sin consultarle. No fué feliz, pero no se me ocurrió nada mejor.
Desde entonces desarrollé un trauma a las "mejores amistades" que decidí no volver a tener ninguna, por lo menos, no tan cercanas... y si las tenía, por lo menos que fuera con alguien con quien no me importara terminar en otra cosa. Por lo que, remitiéndonos al punto anterior, muchas, muuuchas de mis amistades son, por efecto inmediato, niños bonitos... lo cual nos lleva al punto siguiente:
5. Hago cosas buenas que parecen malas.En general, me llevo muy bien con mucha gente, niños y niñas por igual. Y al no hacer distinción entre pitos y flautas, me he llegado a poner hasta atrás con ellos, o a quedarme a dormir en la misma casa de campaña/departamento/casa/cama/asiento compartido sin ir mas allá de caer como bulto y roncar estrepitosamente. Sin embargo, eso no ha detenido al wey en turno de pensar mil y un cosas que la lógica básica nos da, y ps... o me cree o me sirve de almohada y lo comprueba. Como no pueden hacer lo segundo, no hay mas remedio que hacer lo primero. Y hoy en día es difícil encontrar alguien que lo haga (y no los culpo).
6. Si tienes una afición fuera de mi rango de hobbies, no me voy a involucrar jamás... aunque parezca que sí.Estaba un día haciendo alguna actividad miscelánea en photoshop mientras escuchaba el acervo musical en random del windows media player cuando de repente empecé a escuchar una canción que no había escuchado antes. "Wow! Es hermosa!" pensé, al mismo tiempo que me preguntaba cual de mis contactos del messenger me la pudo haber pasado en uno de esos tantos días en los que uno recibe archivos y links a videos de youtube que jamás en la vida abre. Cual va siendo mi sorpresa al descubrir que la canción provenía, no de mis archivos recibidos, sino de una, no polvosa, porque los pixeles no se empolvan, pero sí vetusta carpeta que perteneció a alguien de por allá de los pasados.
Es una lástima que Diary-x haya muerto, mi blog pubertoide de aquéllas épocas era la taxonomía psicológica del emo común, por lo que, ahora que están tan de moda los hypertextos, podría poner un link a alguno de mis antiguos post cortavenosos que ilustraran aquéllas lejanas épocas donde yo, sumida hasta el tuétano en obsesión amorística, magdaleneaba por un sujeto que instauró en mí la famosa frase "no me entra la música electrónica, y juro... Dios sabe, juro que lo intenté!!!"
Y sí, efectivamente lo intenté... en la era Pre-USB-ística, él me quemó discos y discos de música electrónica, mismos que escuché sin escuchar una vez y, ya cumplido el protocolo, regresé a mi metal precioso del que no salí hasta que decidí cambiar a la D'alessio, comprar medio kilo de seguridad en mí misma y mudar mi mentalidad a una colonia anímicamente más fancy donde se escucha alternativo (btw:
MUSE EL 18 DE JULIO!!! WOO HOOO!!!).
En pocas palabras, resulta que la música electrónica no me entró porque nunca me abrí a ella, aunque creía que sí.
7. Me da hueva la ciencia, me dan hueva los autos y sobre todo me dan hueva los videojuegos.Por cierto, vendo un wii.
8. He vivido cuentos de hadas de Walt DisneyLa semana pasada fuí a la
concomics, la convención del cómic del concurso de ilustración/comic/animación más malorganizado de la historia de México. Tal parece que es error común de primerizos, recuerdo que en el primer
creanimax pecaron de lo mismo: vocear a los ganadores y no mostrar las piezas ganadoras, cosa que felizmente pulieron para la segunda entrega. Echando a perder se aprende, con todo, estuvo mejor que muchas otras convenciones del género previamente organizadas a cuyos organizadores se les solía pasar el pequeño detalle de que una multitud encerrada en un edificio en pleno verano tiende a requerir aire acondicionado, o muere de deshidratación. En fin...
Como me dan hueva los videojuegos, y por extensión el anime, el comic y similares, decidí acudir sólo el día sábado puesto que había un par de conferencias sobre ilustracion que me llamaban la atención. De camino a una de ellas, platicaba yo con alguien precísamente de cómo me dan hueva los videojuegos, y por extensión el anime, el comic y similares, a lo que me dijo: "es cierto... en sí... tu que eres? No eres emo, tampoco se ve que seas manga fan o friki... te ves más 'normalona'". Haciendo de lado el gastado y extensísimo debate sobre lo que es o no normal, en algún punto de la vida llegué a ser emo de clóset, manga fan y friki... a eso súmenle intentos fallidos de gótica e intelectualoide de café barato. En esas épocas me juntaba yo a dibujar e inventar historias con el mejor amigo que ya no es mejor amigo. Entre esas historias se coló un personaje que, siguiendo el estigma del mexicano de rancho, con toda su caucasidad se volvió el arquetipo masculino del amor ideal y, quién lo diría, marcaría mi gusto personal por años. Era él todo un héroe hecho a los destrozos que llevaba en su espalda sendas cicatrices, producto de un pasado lleno de peripecias que le habían agriado el carácter, haciéndole engrosar las filas del antihéroe común. Yo idolatraba a ese personaje y pensaba para mis adentros que jamás en el mundo encontraría a nadie que se le pareciera ni mínimamente. Entonces expandí mi mundo un poco, añadí Guadalajara... y resulta que me encuentro a un compadre que escucha música electrónica que se le parece. Huston: me has perdido.
Como apesto en calidad de novia, las cosas no funcionaron... pero no importó porque, si el niño de la música electrónica medio daba un aire, el niño que le siguió venía hasta con las cicatrices de la espalda... que eran producto de una cirugía láser que borra lunares potencialmente cancerígenos y no de peleas a muerte para conservar su existencia. Detalles, detalles... que el fin justifica los medios y ahí está tu wey de larga melena rubia y cicatrices en la espalda como redactaste en tu carta a Santa Claus, no te quejes! Había algo que faltaba, sin embargo: el caracter agrio. Este hombre fué el príncipe de Disney elevado a la quinta potencia e hizo maravillas por mi autoestima, mi forma de ver el mundo y demás etcéteras, eso sembró en mí un parámetro de calidad que no se me va a quitar ni a madrazos... cosa que amuenta con creces mis posibilidades de morir cotorra.
9. No importa cuanto te esfuerzes por hacer las cosas bien, si me bateas serás el villanomas vil y maquiavélico del Oeste. O del Este... hoy en día hay japos muy guapos.
Resulta que el cuento de hadas llegó a su fin y Mr. Prince Charming me bateó. Razones prácticas sobraban: el hombre nació en Finlandia, creció en Finlandia y probablemente morirá en Finlandia, siendo esto último algo que no tengo contemplado en mi plan de vida. Con todo, se me cayó la viscerita al suelo y de tan cargada y pesada hizo un hoyo, viajó hasta el centro, turisteó por los infiernos varios meses y mientras yo sentada en la oficina de mi superempleo que ya se acabó y que debería ahora ver qué hago de mi vida porque de hecho quiero cambiarme de lugar porque
ferretino ya está de regreso y necesita mas espacio... como se le pudo ocurrir a licha ponerle un cancel al baño?? es un maldito huevo!!! con trabajos y cabe la taza, para qué reflechuchas queremos un cancel??? Ahh... sí... me sentaba en la oficina, como iba diciendo, a regar el teclado con mis ojitos, exprimiéndoles nostalgia pura y entonces llegaban mis amigos y compañeros y qué tienes Nell? Nada... sob, sob... y ya! No necesito hacer más. Con eso el príncipe se convierte en sapo por arte de magia. Y no me va mejor a mí, saben? Porque si los compañeritos ven la ventana emergente del messenger frente a mi SobSob, dicen "ese estúpido te está haciendo llorar, verdad?", No es un estúpido, esto es normal, no puedes obligar a la gente a estar contigo además tiene otras broncas anda depre tiene problemas tiene razon no es su culpa esta tratando de no hacerme sentir mal pero es inevitable es lo mas practico... "Ok...". Corte a: compañerito poniéndome una etiqueta de Ilusa enamorada ciegamente de un monstruo cruel e insensible.
No hay caso.
10. Te perderás de mis mejores consejos.Creo que si yo fuera más envidiosa, rencorosa y malpedo, haría un mayor aporte a la humanidad. De repente sucede que me pongo de malas, y entonces sí me dedico a sacar verdades crudas de la periferia para aventarlas en el rostro del primer incauto desconocido que me encuentro. Desconocido, porque luego si es amigui se ofende y hay que contentarlo, y si es conocido es probable que se lo tome personal y me mande al carajo cuando necesite un paro que sólo el/ella pueda hacer... y si es el objeto de mi afecto... ni hablar. Simple y sencillamente no puedo criticar al objeto de mi afecto. Veo todas sus imperfecciones, pero no puedo decirle nada, en primera, porque me parecen adorables (mi oido desarrolla una capacidad impresionante para convertir ronquidos en odas), y en segunda, por temor a hacerle sentir mal. Simple y sencillamente no puedo... ni eufemísticamente! Por lo que, si pude haberles compartido algo de mí, si pude haberles ayudado a mejorar y superarse apuntando todas aquéllas cosas mejorables que ellos no veían, no lo hice... porque eso es lo que hacen las verdades crudas: se te meten por entre los huecos de tu integridad y te pinchan para decirte "hey tu, aquí hay un hueco por donde quepo con toda mi circunferencia! Repáralo!".
Y éste... es sólo el top10. La lista sigue su curso.
UPDATE:
11. No sé escribir.
Pongo "fué" con acento en la "e". Literatos: abstenerse.