Capítulo 2: Primer mundo VS Tercer mundo (continuación).
Imagínense ustedes a las 2 de la tarde atascados en el tráfico por horas, en pleno calor de Mayo. Se necesita un cerro de autocontrol ninja para no golpear el claxon y mentar madres. Mientras todos ustedes no tendrán problema con imaginarse en la situación (si no es que la viven in a regular basis), para un londinense sería super difícil. Si bien comprar un coche acá sale más barato que en México, los impuestos por circular y estacionarte, aunados a la eficiencia del transporte colectivo tornan inútil la posesión de uno. En el año que he estado aquí, sólo me tocó experimentar tráfico una sola vez, y se disipó en 10 minutos (y eso que el 99% de las calles son de un solo carril). El asunto del tráfico no sólo se traduce en crear una reacción en cadena de encabronamiento colectivo que hace a la gente tras el volante más propensa a accidentes, también te hace llegar tarde, retrasar a tu equipo de trabajo, dejar de pasar a repararle el cable a dos de las diez personas que tenías agendadas para hoy, y todo el efecto dominó que le dé a usté la neurona.
Ahora, si pasamos del emputamiento fugaz al resentimiento constante, encontraremos que el gap entre clases sociales, si bien existe, no es el abismo insondable que vivimos en México. Mientras acá te puedes pasear frente al departamento que en su momento perteneció a Amy Whinehouse y no encontrarlo diferente a los de sus vecinos, mientras el estudio donde graba Coldplay esta en una esquina, sin protección de ningún tipo, y la gente en el super te cuenta que el invierno pasado saludaron a alguien en el parque que como que se les hizo conocido y a las mil quinientas cayeron que se trataba de Paul McCartney, en México tienes gente metiéndole cristalazos al convertible del junior genérico "porque tu eres rico y yo no" - "porque yo trabajo, huevón!" grita el junior, y mientras es técnicamente cierto, usted lector mío y yo sabemos que, de el junior haber nacido con las circunstancias del vándalo, el resultado hubiera sido harto distinto, así trabajara con las mismas ganas (o más)... y no se trata de justificar el cristalazo, se trata de entender por qué existe en primera instancia. Es fácil ser civilizado cuando todas tus necesidades básicas están cubiertas, hasta por mero efecto fisiológico! Seguro conoces a alguien que se pone de malas cuando tiene hambre. Le dan de comer y vuelve a la serenidad. Bien, escalemos eso a nivel sociedad.
Ayy pero Nell, de todas maneras lo del cristalazo esta MAL. Pozzi mijo, pero habría que ver cómo reaccionarías tú si te ponen en las mismas circunstancias... y no estoy hablando de ti, como eres ahorita, enfrente de un junior con auto. Estoy hablando de ti con la familia, amigos, contexto, ingreso y estilo de vida del wey del cristalazo.
Es un asunto de actitud, de diferencia cultural lo que marca la diferencia entre el empuje de primer mundo y el rezago de tercero: la actitud de su sociedad y el nivel de civilidad. Entonces... es cierto lo que dicen esas imagencitas mamadoras de Facebook que hablan sobre no buscar el cambio en los políticos, sino que lo hagamos nosotros mismos, cierto? Pues sí, efectivamente. Y no, al mismo tiempo.
Aborda Olallo Rubio en la tríada de podcasts con relacion al PRI la teoría de manipulación de masas hecha por Noam Chomsky. Uno de los puntos afirma como estrategia "Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autoinvalida". Aderezemos ésto con una frase de Emilio Azcárraga en la revista Proceso, edicion febrero de 1993: “Estamos en el negocio del entretenimiento, de la información, y podemos educar, pero fundamentalmente entretener… México es un país de una clase modesta muy jodida, que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil. La clase media, la media baja, la media alta. Los ricos, como yo, no somos clientes, porque los ricos no compramos ni madre."
Ahora... que tiene que ver todo ésto con López Obrador? Supongo, mis queridos comensales, que ya lo van ustedes adivinando: lo que permite a la sociedad inglesa ser civilizada es que no existe un resentimiento social, y éste no existe porque la clase media es predominante. No existe gente en pobreza extrema. Tampoco multimillonarios. Y es esta diferencia la que López Obrador ha propuesto erradicar desde 2006 como eje central de su campaña, de manera ingenua en aquel entonces, de manera más aterrizada en este 2012 con el recorte de personal en la alta burocracia... que si bien no me he puesto a hacer la cuenta que el ejecutivo en turno dice que no sale, independientemente de si entran 300 mil millones de pesos o no, con los 160 000 al mes que gana un senador podría sin pedos jalar una pequeña empresa. No entraré en el tema de las refinerías, del gabinete, del tren bala (aquí abriré un paréntesis para dejarles este link sobre cómo las industrias automotrices cagaron el transporte eléctrico, para quien le interese... y hare un friendly reminder al tema del tráfico con el que entró su servilleta en este su humilde post)... o de cómo, tras bambalinas, todo esto es un agarrón entre Televisa y Telmex...
Anden, hagan el chiste del lema, ustedes saben que lo desean!
... que si a final de cuentas lo es, habremos de decidir entre una de las dos y, después de leer lo que Azcárraga piensa del pueblo mexicano, de ver la Rosa de Guadalupe y sus programas comicomusicales, voy con Telmex: dueño absoluto de la infraestructura del internet, que no censura ni limita contenidos (no como otros... verdad Virgin Media?) ni me cobra por escuchar mi buzon de voz (no como otros... verdad Three?).
Esas son, entre otras, mis razones. No me extenderé en las demás porque luego se hace cansino el post, pero si tienen algo que contrarrestar, bienvenido!
Merry week!