The importance of being Earnest es un guión teatral escrito por Oscar Wilde en el año de María Canica que seguro lo ubican por la versión en español "la importancia de llamarse Ernesto", y los que algo le escarben al inglés sabrán que se pierde el juego de palabras en la traducción y no hay manera de recuperarlo, así como el chiste de los Simpsons de "Billy Corgan, Smashing Pumpkins - Homer Simpson, Smiling Politely", que tuvieron que traducir como "Homero Simpson de los Simpsonitos".
Hay cosas que funcionan en una cultura que en otra no, hay nombres que suenan horrorosos en una cultura y en otra son la cosa mas exótica y chida del mundo. Cuando bautizé a Ferretino...
q.e.p.d.
...todo mundo adoró el nombre mientras mi ex de Finlandia torcía los ojos porque para él era como haberle puesto "Huroncito". - ¿Cómo se llama tu perro? - Perrito. No pzí...
Todo esto como prólogo del por qué de mi nombre "artístico", que con esto de los facebooks y de los linkedines y de la gente subiendo su vida a los internets sin censura mas que la que el liquify del Photoshop pueda patrocinarles, ha habido varios que se preguntan el por qué de mi "cambio de nombre", y otros tantos que se aventuran a sacar hipótesis que se pasan tres pueblos de lo que de neta es, generalmente esas hipótesis circulan alrededor del tópico de que me avergüenzo del mismo, de mi apellido, raíces y así... y ps... no entiendo como eso de dónde, supongo que se asume porque es esa la razón más popular por la cual la gente se cambia el nombre después de la de ser parte del programa de protección a testigos, y dada mi campechanidad han de descartar la posibilidad de que haya presenciado un asesinato o así, no sé, ahí que mis trolls confirmen. Por lo anterior, con ustedes:
La increíble y triste historia detrás del cambio de nombre de la Nella desalmada.
Corría el año 2000 cuando andaba terminando la prepa y a la salida me iba casi todos los días a vistar a un amigui que vivía a dos cuadras de donde yo estudiaba. Él era comiquero, buen storyteller y a mí me encantaba ir a escuchar sus historias. En una de ellas se inventó un personaje mezcla de Clarice Starling del Silencio de los Inocentes y Utena de... Shoujo Kakumei Utena, al que nombró Nellen Uxmell y con quien yo me identifiqué. El objeto de su afecto (de Nellen uxmell, no de mi amigo... aunque tal vez también de mi amigo, quien sabe :D )era un wey andrógino de largo cabello platino llamado Reichnart Fallcard...
Dramatización.
... y ustedes deducirán el resto. Ahí los que se quejen de que me gusta puro wero, échenle la culpa a ese wey (DISCLAIMER: eso de que me gusta puro wero es otro mito. Me gusta de todo, nomás que me va mejor con los weros por alguna razón).
Total que en los dosmiles uno apenas empezaba a dar pasitos de bebé en ese terreno inexplorado de la internet, y nadie, NADIE, subía datos personales JAMÁS, era supertabú, porque... ¿cómo sabes que no va a dar con ellos un asesino en serie? Igual, el internet no estaba tan privatizado y personalizado como ahora. No había perfiles propios: había clubes comunitarios de diferentes temas, y estaban abiertos a quien llegara y leyera, fuera miembro o no. No era tu espacio, era un espacio en común donde tu llegabas y aportabas algo. Tu eras un nick, no una persona, y tú decidías quién querías ser, qué edad querías tener, a qué te querías dedicar y así. Y poco importaba, porque lo que valía en esos lugares era tu opinión y tus ideas. Yo llegué al internet como nellenuxmell, poco tiempo después lo cambié a Nell Fallcard, y no lo he movido de ahí desde entonces.... ni lo moveré, por hueva básicamente, porque estoy en cerro de lados como Nell Fallcard, porque todas mis ilustraciones del real pa'trás están bajo "Nell Fallcard" y es más desmadre hacer el switch nomás porque a ustedes se les ocurre que soy malinche y me da grima mi origen. Que les den.
Hay una cosa de la que me he dado cuenta con todo esto, sin embargo... y es el efecto "Max Power":
Ha habido gente que me ha tratado mejor por el "Fallcard", y se ha quedado semi en shock cuando les digo mi nombre de neta. También lo he visto en otros: tengo un amigo super excéntrico que se ha metido a nadar al mar en huracán y ha tenido lobos, halcones y pumas de mascota.
Dramatización.
Su nombre real es un nombre mexicano común, como el mío. Su nombre de pila, sin embargo, tiene un "nosequé" que te dan ganas de pronunciarlo. Todo el tiempo. A cada rato. Es, tal cual, el efecto Max Power... y todavía me debato en si ese efecto que causa en la gente le da al wey la seguridad de hacer todo lo que hace, o si lo que hace se vuelve mas épico cuando lo cuentas bajo su nombre de pila. Pues bueno... todo esto, si bien es cierto, tb vale madre si te mueves de contexto. Una de mis amigas andaba con un wey de Iran que, igual, se cambió el nombre de pila a "Feri". Su nombre real es Farshad. A mi gusto - y al de mi amiga - suena mucho más chido Farshad que Feri, pero ps... asunto de percepción.
Ya para acabarla, no, no me da pena mi origen, de hecho cuando te sales de tu hogar y te vas a un lugar con tanta gente que igual se salió de su hogar y viene de tantos lados diferentes, lo que era especial deja de serlo, y lo que era común deja de serlo también. Acá vale pito si soy Pérez o Fallcard, convivo con gente que se apellida Chen, Karalis, Nhara, Kostenko, Barnes, Atabaeva, Prapasapong, Yi, O'Boyle, Faus, Magsoodi, Ooh, Kumar... Pérez no se parece a nada ni se desmarca; Fallcard, igual... tonz paren el mame, ya que se salgan y su sistema les pida tacos con todas sus fuerzas y no puedan conseguir, entonces entenderán que está cabrón avergonzarse de sus raíces y más al contrario, se sentirán más mexicanos que nunca. Pero weno, equis... A ver, hagan este ejercicio: cómo se imaginan el estilo de vida de estos weyes?
Cambia su percepción de ellos? Aer, díganmennnn!