sábado, agosto 10, 2013

Dilemas, Dilemas...

Anda circulando por la red esta imagen de filosofía motivacional en lata:


Me viene a la mente la increíble y triste historia de la Nella ochoañera y el huevo de lagartija que nunca dio lagartijas porque la burra de Nell se desesperó y le pellizcó tantito para ver cómo iba el asunto allá adentro, causando un cagadero de clara y un feto a medio formar que, obvio, se murió tras el pellizco. La moraleja de la historia es: PACIENCIA, todo se dará en su momento, en tiempo y forma... o tal vez no! como sucedió en la increíble y triste historia de la Nella veintiochoañera y el huevo de... quién sabe qué demonios porque nunca supe. 
Estaba yo deliz y campante todavía en las Europas por allá estudiándolas cuando me cayó mi amigo Carlo de visita desde las cálidas tierras de los Torreones Coahuilas, quezque porque me extrañaba pero en realidad era paro porque se quería ligar a un compañerito de maestría que poz la neta ni cómo culpar al muchacho, edá? Weno, en una de esas salidas chaperoneras nos lanzamos al parque de Richmond, que cuenta con varias monadas en el ambiente como patitos, cisnes del tamaño de un perro y venados.


Dramatización

Tomándole una foto a un árbol retorcido y horrible andaba yo cuando de repente José, el compañerito arrebatapasiones, vislumbró un huevo. La idea era dárselo a Carlo pero como no sabíamos de qué era, y la posibilidad de que fuera de serpiente mandó a Carlo corriendo a veinte metros lejos de nosotros dada su ofidiofobia, decidí adoptarlo yo. 


Dramatización, vol.II

Total que le puse su camita de algodón cual frijolín de proyecto de primaria (porque así es como germinan los huevos, verdad? verdadddd???), lo metí dentro de una taza de los Mummins y lo empollé y empollé y empollé y volví a empollar hasta que me caducó la visa y me regresé a las Guanatolandias y el pollo en su vida salió. "Hay huevos que nunca fertilizan y no es nada mas que líquido", me dijo José... o sea que estuve esperando gratuitamente a que Serpentino naciera y nada que iba a nacer jamás en la existencia.

Hay veces en las que me topo con decisiones en la vida que requieren de mi paciencia. A veces pienso en que, si me avorazo, la voy a cagar como con el huevo que pellizqué cuando niña. A veces pienso que si espero, me voy a quedar chiflando en la loma colosalmente de manera que la vieja del Muelle de San Blas se quedaría pendeja a mi lado (oigan, por cierto... como duró esa doña esperando ahí hasta la vejez? de qué comía? le pagaban por esperar? desarrolló el superpoder de la fotosíntesis? Que role el secreto, yo también quiero!). En fin, no sé exactamente a dónde iba con todo esto porque empecé a escribir la entrada hace meses, la dejé a medias y apenas vengo a contar la anécdota porque me fui de mochilazo con un gay, un perro y un hippie al gabacho y me urge contar las anécdotas acá antes de que se me vaya el pedo y se me olviden. Feliz viernes!