Había una vez, un barco chiquitooooo...

... y que nos encontramos el diario quinceañeril entre la tilichera. Ya se me había olvidado que le decía "my dear blond" a Luis Martinez y, releyéndome, ahora puedo definir con precisión matemática por qué nunca me hice al reflejo de sus yuppielentes.

Empecé a escribir una nueva bitácora de vida, que no deja de ser un triste diario quinceañeril que pretende vender la idea de que ya no es quinceañeril a través de dominguerismos, y yo que llevo mis 23 años bien llevados (si, BIEN llevados, NOOOO "mal llevados"!!!! BIEEEEEN LLEVADOS!!! EHH??? EHHH??) necesito registrar lo que pasa con la mía vida, ya que mi memoria demostró estar hecha añicos el pasado miércoles, cuando a la entrada del TEC me puse a platicar con alguien de mi pasado, de quien nunca pude recordar nombre, o de dónde lo conocía.

Comencé con la maravillosa odisea de Creanimax, desde la musa inspiradora en huelga, la nellsísima costumbre de acabar todo al último segundo, las leyes de murphy, desde el "que crees Nell?? Recuerdas que creías tener un quemador de DVD en tu compu... pues NOOO TIENES!!!", hasta el "Dice Kolbe que no te puede llevar a las oficinas, que sorry"... faltando dos horas para el cierre de la entrega. Comenzaba a histerizarme, cuando Pepe Grillo me dijo que parte del programa "Pimp my Nell", además del pilates, la depilación definitiva y la dieta saludable, exigía a sus miembros respirar lenta y profundamente, y recordar que "creatividad es convertir la adversidad en oportunidad", por lo que gracias a Christopher pude quemar los DVDs, y gracias a Erick pude llegar a tiempo a la entrega. Tb me han entrado fuerzas renovadas por picarle al 3d studio max, despues de ver lo que Erick está haciendo y de sentirme una inútil buena para nada por dejar botado el programa mientras él le siguió picando.

Mi siguiente meta será modelar a Kardott.