Poz eso. Fuí a ver hace ya un rato la peli de Midnight in Paris, estelarizada por un wey que no me acuerdo cómo se llama pero es conocido en el finado blog del Chidoguán como "uno de los pocos actores de Hollywood con nariz de pene". La peli trata de cómo este vato se trauma con París, porque seguro no se hospedó cerca de Gare du Nord, o Gare du Est, ni le tocó oler la peste de alguna pandilla de vagabundos -con residencia a orillas del Sena - aromatizando el ambiente a 20 metros a la redonda, ni le sacó un pedote una pandilla de 30 punks en el metro que le echó a correr cuando escuchó la sirena de la policía, ni el personal del Charles de Gaulle se rió en su jeta cuando el teléfono público se tragó una moneda de dos euros sin dejarlo marcar una mierda... lo cual me recuerda lo que me contó Matt de cómo la embajada japonesa en Francia tiene una sección especializada para tratar a los japos que les da el Síndrome de París, enfermedad que consiste en llegar a París como el wey de la película ésta y awitarte a niveles clínicos porque lo que te vendieron en el panfleto ni al caso con el París de neta.
Total que el protagonista de esta movie está que cachetea banquetas por París y sus épocas pasadas, y a medianoche le da por alucinar chayotes y se larga de party con Hemingway, Picasso, Matisse, Dalí y demás personalidades ultrachingonas, que díganme lo que quieran, pero no es otra cosa que una versión "adulta" de cuando estabas morro y alucinabas que los caballeros del zodiaco y las tortugas ninja iban a tu salón a sacarte de la clase de mate para que les ayudaras a salvar al mundo, lo cual se justifica en la niñez, pero en la adultez es signo de soledad y, tal vez, patetismo (soñar con conocer grandes mentes del pasado en lugar de salir y buscar gentes de igual calibre en tu contemporaneidad, que todavía no se dan a conocer como tales, por la misma contemporaneidad de la que padecen y tal vez nunca se den a conocer como tales porque no todas las grandes mentes sienten la necesidad de inmortalizarse a sí mismas en papel, e incluso, si la sintieran, muchas de ellas no lograrán la popularidad necesaria dado que ésta es asunto más azaroso que meritorio... soñar con conocer grandes mentes del pasado, y no salir a conocer las del presente, como iba diciendo, es una forma de idiotez disfrazada de romanticismo).
A mí no me gustó Midnight in Paris por lo antes mencionado... sin embargo, cabe la posibilidad de que cambie el tono si la misma trae referencias a la obra de dichas mentes, mismas que yo no noté por no haberle parado bola a Hemingway & compañía con anterioridad. Si alguien sabe de alguna, hable ahora, o calle para siempre... y no me salga con la mamada del retrato de Adriana, que eso fue parida mental del guionista.