
Lo único bueno de esta "inversión" de cincuenta bolas, es que zapearé a mi hermano porque el juraba y perjuraba que estos compadres eran aztecas y no mayas... y apostamos una zapeada al respecto... aunque quizá se la perdone misericordiosamente, ya que el anacronismo de la cinta obliga a confundirse. Quizá me equivoco... pero según mis memorias de historia de segundo grado de secundaria, los mayas nunca tuvieron contacto con los españoles, pues le pelaron misteriosamente antes de que ellos llegaran. Tb su ciencia misteriosamente era más avanzada que la de éstos, y hacían sacrificios misteriosamente de un modo misterioso que nada que ver tenía con la no misteriosa matanza PorqueSeMeHinchanLosTanates que se despliega en la película, misma que sí tenían los aztecas dentro de sus costumbres, siendo estos asimismo los participantes bipartitas del encuento entre dos mundos.
Dícese que en ese cuartito de piedra allá arriba, si uno se para afuera y aplaude, la resonancia se escucha como el acorde de una guitarra. Yo estuve ahí... pero no pude comprobarlo. Demasiadas escaleras, sniff...
Cuando me dijeron que MelGibson se había limpiado el orto con la historia para hacer algo por demás fantasioso, yo esperaba que sacara algun peyotazo relacionado a la mentada profecía del 2012... o a la dichosa relación entre los mayas y el pueblo de Lemuria que, dícese, habitaba aquél continente fantástico de dudosa procedencia llamado Atlántida... mismo que estaba a la misma... ehhh... latitud? longitud?, ah, lo que sea, el chiste es que estaba cerca de donde pululaban los mayas y alguien por ahí dijo que las dos civilizaciones eran realmente una misma. Pero no.
Mel Gibson: me has perdido.
Mel Gibson: me has perdido.
1 comentario:
Por primera vez en muchos años, estoy totalmente de acuerdo contigo.
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