Dime de qué presumes y te diré de qué careces, dice el dicho... y si bien tal vez no sea siempre efectivo en el sentido literal del término, la presunción sí puede dejarnos muy mal parados ante los demás cuando nuestros parámetros de lo "presumible" están muy por debajo de los de ellos... porque sí, tal vez siento superbonito cuando me llega un mail de Ballistic publishing diciendo que eligieron una de mis ilustraciones para incluírla en el nuevo Exotique, y tal vez coseche la admiración de algunos y la envidia de otros con eso... pero cuidaré de nunca "presumírselo" a mi amigui Jaimito, el que trabaja en una humilde casita productora llamada LucasArts, al que la casa editora que me hizo el honor de seleccionarme le ruega que haga artículos para ella, porque lo único que conseguiré es darle ternurita.
Oficial: me zurro de la envidia.
Del mismo modo, tu no conseguirás otra cosa que darle ternurita al resto si hablas de cosas como:
1. Los logros de tus hijos.La gente que tiene hijos suele padecer una interesante enfermedad llamada gallinoculequitis, que es como darle mota en esteroides al sentido de percepción para con sus retoños, y todo lo que hacen o dicen es equiparable a haber descubierto la cura para el cáncer o la fusión en frío. No señora, que su hijita no baje de 8 de promedio a nivel primaria no la hace aplicada... tampoco el hecho de que se "comunique con el gato" de manera que sepa cuando se quiere salir, cuando quiere jugar o cuando tiene hambre la hacen "perspicaz e inteligente"... eso más bien la hace a usted distraída y negligente con el pobre animal.
Mira hija, se está riendo!!
1. De cómo un albañil te dijo cosas en la calle.Porque claro, todos sabemos que los jueces de American Next Top Model están conformados por albañiles, y una florida lisonja vale por un contrato de 100 000 dólares con CoverGirl.
Si fuera Dios Te regalaria el Cielo
Pero como soi humano te reGalo Mi Bananoo!
Alguna vez platiqué con algunos activos silbadores del "pasillo de la autoestima", que no son albañiles, pero se acercan bastante. Me contaban sobre sus criterios de evaluación para emitir silbidos. Dichos criterios eran a). que sea mujer b). es todo. Imagino que los criterios de los albañiles no deben variar mucho, e imagino también, lo hacen para pasar el rato. Independientemente de lo que los mueve a hacer eso, es algo con lo que la mujer promedio aprende a vivir día con día. Si tú hablas de manera insistente sobre el hecho, como si fuera algo extraordinario, hace pensar que efectivamente es extraordinario para tí.
3. De cuánto cogesDicha necesidad fisiológica se diferencía de otras como comer o dormir en el sentido de que puedes dejarla del lado y no te mueres. Se asemeja a comer y dormir en el sentido de que el disfrute es relativo: puede ser tan sublime como aquélla vez que soñaste que volabas a Felicidonia como si James Cameron, Peter Jackson y Guillermo del Toro hubieran hecho equipo para dirigir tu sueño, o como aquélla comida de 5 tiempos en aquél restaurante gourmet de diseño molecular;
O ambos.
... puede ser medianamente disfrutable, como cuando soñaste que Alejandro Fernandez era un arbusto que hablaba, o como los Cheesy Pops del Pizza Hut... o puede estar mortalmente de hueva, como cuando sueñas que vas al trabajo o cuando tragas maruchan. E incluso así, una maruchan te puede saber a gloria cuando te mueres de hambre, o cuando no conoces nada mejor... y puedes incluso rechazar una langosta si no tienes hambre. Cuantificar es estandarizar... es gritarle al mundo que todas tus experiencias son iguales, y que estás más al pendiente de un counter que de la experiencia per sé... lo cual es equivalente a ser un gato y comer whiskas todos los días. Que les encanta, lo sabemos. Que no conocen otra cosa, también. Y qué padre que les encanten las whiskas y las coman todos los días con peculiar enjundia, a nosotros no se nos antojan, preferimos esperarnos a que se cocine nuestra langosta que matar el hambre con croquetas... además, la imagen mental de tu no precísamente bradpittezca persona cogiendo es tan agradable para quien te escucha como si le contaras sobre la verde y grumosa diarrea crónica que tuviste antier.
4. Los logros de alguien que es amigo de un amigo, cuando a). no vienen al tema y b). no son logros del todo.Aparte de la razón obvia de que no son tus logros, sino los de alguien más, tenemos la gran probabilidad estadística de que algún amigo de otro amigo... dado que todos tenemos amigos que tienen amigos, opaque con creces lo que estás presumiendo. Otras tantas más pequeñas, como que ese amigo del amigo sea amigo directo de tu interlocutor, o que el interlocutor mismo sea ese amigo del amigo. Tb cabe la posibilidad de que seas un perfecto ignorante 100% apantallable, y no es por aplastar el orgullo que siente porque el sobrino de su amigui le dijo que le iba a dar las gracias en la dedicatoria de su nuevo libro, señor... es que hoy en día cualquier hijo de vecino publica: sólo necesitas llenar más de 100 hojas y un buen contacto de imprenta a granel en China y ya la armas. Que te publique una editorial de renombre, ese sí es otro pedo.
5. Los logros de alguien más... bajo el pronombre "nosotros".Yo confieso ante Dios padre que soy una grinch de los colectivos. La razón es simple: me ha tocado ver "agencias" que agarran mis ilustraciones, consiguen proyectos usando MI arte como carta de presentación y se los agencian ellos. Tristemente, es la técnica más utilizada para cocowashear inversionistas: vas, haces equipo con alguien chingón, vas con la gente del varo diciendo que el trabajo del chingón es parte de un "nosotros" y ps, no habría tanto pedo si no abrieras al chingón al chile para aventarte tú algo que no sólo no le llega a lo que el chingón hace, sino que no le gusta al cliente y ya quemaste al chingón de por vida... como la vez que mis amiguis de metacube me insinuaron que mentí en mi currículum al poner que había hecho los storyboards para un comercial de marinela que me encargó Pro Alpha... muy probablemente porque Pro Alpha les dijo que ellos lo habían hecho, cuando en realidad me subcontrataron.
Mundo generoso.