Cuando uno crece, hay cosas que se van para siempre. El engranaje social te dice que tienes que madurar, que tienes que mantener la compostura cuando estás enojado, que debes usar eufemismos que maquillen pendejeadas o mentadas de madre y que es el diálogo, y no los gritos, lo que resuelve problemas.
Una de las cosas que más extraño de los años maravillosamente inmaduros de la pubertad, es el "DOOOOOOHH!". Tú ubicas: cuando en clase el profesor dice algo, a uno de tus compañeritos se le ocurre el chascarrillo más brillante de la creación, que tiene el detalle de ser realmente una reverenda pendejada sin chiste, y lo dice en voz alta, para luego recibir un "DOOOOOOOOHHHH!!!" generalizado. Qué triste que se pierda esa tradición milenaria que une comunidades adolescentes cuando uno crece (que se pierda la tradición cuando uno crece, no que una comunidades cuando uno crece).
Dicen que los niños de los dieces son manipulables. Será?
Fulanito avienta una butaca del tercer piso y se hace mierda. El profesor la ve caer en picado y explotar en un festín de astillas. Sube corriendo y lanza la pregunta:
"Quién fué?"
Nadie habla.
Reformula la pregunta: "Sutanita Purodiez Cuadrodehonorez, dime quién fué o te repruebo"
Sutanita apunta con el dedo a Fulanito. Y esa fue la historia sobre cuán manipulable es un niño de diez, y todos aprendimos una gran lección, misma que es que los niños de diez NO SON MANIPULABLES PEDAZO DE MARICA DE MENTE UNIDIMENSIONAL!! Simple y sencillamente actuan de la manera que CUALQUIER PERSONA reaccionaría: mis intereses an primero. A los niños de los dieces les interesan los dieces. Si un compañerito avienta una butaca por el balcón, no es mi pedo, no me interesa, no tengo por qué ir de maría papera a delatarlo. En el momento que el profe me dice que si no digo quién fue, me reprueba, se convierte en MI pedo... y me disculparás Fulanito Mc Conocido ni siquiera amigui, pero si no tienes los huevos de confesar que fuiste tú quien aventó la butaca, no tengo por qué asumir las consecuencias de tu irresponsabilidad.
Prioridades
Cuando iba en la prepa, tenía receso de 10 minutos entre clase y clase. Salíamos a la hora con 50, y entrábamos a la hora en punto.
A la hora en punto se cerraba la puerta y nadie podría entrar.
Esas eran las reglas para todas las clases, excepto para la de matemáticas: dado que el profesor daba clases en otra preparatoria y tenía que trasladarse, el deal era entrar cinco para la hora, y salir a la hora con 45... mismo que constituía el trato más olvidable del universo, y en una ocasión nos quedamos 15 personas afuera.
Después de rogarle un rato al profesor que nos dejara entrar, sin éxito, el bully de la generación orquestó una bonita mentada de madre en 5 golpes de puerta.
El profesor salió, molesto.
La pregunta: ¿Quién fue?
El silencio
La pregunta hacia los alumnos más responsables.
Los niños de diez haciéndose pendejos.
La integridad del niño diez en todo su esplendor.
La integridad FÍSICA del niño diez... pues reprobar, se asume, duele menos que la madriza que le metería el bully a la salida si rajaba.
Fue entonces que una voz al fondo salvó la situación: "el que fue, que diga".
Todos apoyaron y se unieron en un sentir común como hermanos y el bully de todos modos se hizo pendejo y alguien terminó rajando sutilmente y todos vivimos felices por siempre fin.
True Blue.
Probablemente te sea fácil ver que a los chicos tec les hace gracia pura cosa sin chiste. Eso... porque no eres animador. No te mataste semanas durmiendo tres horas trabajando en un proyecto para ser capaz de identificar cuando alguien está usando un efecto prediseñado, cuando alguien está rellenando tiempos muertos para hacer tiempo con tweens cincosegunderos, o cuando alguien se saltó la animación inbetween y puso sólo fotogramas clave. La risa de los chicos Tec es, en realidad, un "qué huevón" onomatopéyico.
Una de las cosas que más extraño de los años maravillosamente inmaduros de la pubertad, es el "DOOOOOOHH!". Tú ubicas: cuando en clase el profesor dice algo, a uno de tus compañeritos se le ocurre el chascarrillo más brillante de la creación, que tiene el detalle de ser realmente una reverenda pendejada sin chiste, y lo dice en voz alta, para luego recibir un "DOOOOOOOOHHHH!!!" generalizado. Qué triste que se pierda esa tradición milenaria que une comunidades adolescentes cuando uno crece (que se pierda la tradición cuando uno crece, no que una comunidades cuando uno crece).
Dicen que los niños de los dieces son manipulables. Será?
Fulanito avienta una butaca del tercer piso y se hace mierda. El profesor la ve caer en picado y explotar en un festín de astillas. Sube corriendo y lanza la pregunta:
"Quién fué?"
Nadie habla.
Reformula la pregunta: "Sutanita Purodiez Cuadrodehonorez, dime quién fué o te repruebo"
Sutanita apunta con el dedo a Fulanito. Y esa fue la historia sobre cuán manipulable es un niño de diez, y todos aprendimos una gran lección, misma que es que los niños de diez NO SON MANIPULABLES PEDAZO DE MARICA DE MENTE UNIDIMENSIONAL!! Simple y sencillamente actuan de la manera que CUALQUIER PERSONA reaccionaría: mis intereses an primero. A los niños de los dieces les interesan los dieces. Si un compañerito avienta una butaca por el balcón, no es mi pedo, no me interesa, no tengo por qué ir de maría papera a delatarlo. En el momento que el profe me dice que si no digo quién fue, me reprueba, se convierte en MI pedo... y me disculparás Fulanito Mc Conocido ni siquiera amigui, pero si no tienes los huevos de confesar que fuiste tú quien aventó la butaca, no tengo por qué asumir las consecuencias de tu irresponsabilidad.
Prioridades
Cuando iba en la prepa, tenía receso de 10 minutos entre clase y clase. Salíamos a la hora con 50, y entrábamos a la hora en punto.
A la hora en punto se cerraba la puerta y nadie podría entrar.
Esas eran las reglas para todas las clases, excepto para la de matemáticas: dado que el profesor daba clases en otra preparatoria y tenía que trasladarse, el deal era entrar cinco para la hora, y salir a la hora con 45... mismo que constituía el trato más olvidable del universo, y en una ocasión nos quedamos 15 personas afuera.
Después de rogarle un rato al profesor que nos dejara entrar, sin éxito, el bully de la generación orquestó una bonita mentada de madre en 5 golpes de puerta.
El profesor salió, molesto.
La pregunta: ¿Quién fue?
El silencio
La pregunta hacia los alumnos más responsables.
Los niños de diez haciéndose pendejos.
La integridad del niño diez en todo su esplendor.
La integridad FÍSICA del niño diez... pues reprobar, se asume, duele menos que la madriza que le metería el bully a la salida si rajaba.
Fue entonces que una voz al fondo salvó la situación: "el que fue, que diga".
Todos apoyaron y se unieron en un sentir común como hermanos y el bully de todos modos se hizo pendejo y alguien terminó rajando sutilmente y todos vivimos felices por siempre fin.
True Blue.
Probablemente te sea fácil ver que a los chicos tec les hace gracia pura cosa sin chiste. Eso... porque no eres animador. No te mataste semanas durmiendo tres horas trabajando en un proyecto para ser capaz de identificar cuando alguien está usando un efecto prediseñado, cuando alguien está rellenando tiempos muertos para hacer tiempo con tweens cincosegunderos, o cuando alguien se saltó la animación inbetween y puso sólo fotogramas clave. La risa de los chicos Tec es, en realidad, un "qué huevón" onomatopéyico.
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