martes, octubre 22, 2013

De mochilazo en el Gabacho, Parte 4

Día siguiente. Dormimos nadamás como 3 horas y en media veríamos a Josh estacionado enfrente del hotel, como habíamos acordado. En lo que yo me bañaba, Alephxo dijo que "ahorita venía" y se salió. Pues bien, dieron las diez y Alephxo no regresaba. Las 10:30. Las 11. Había que entregar la habitación a mas tardar a las 12 y dada mi carencia de crédito y la imposibilidad de ponerle más desde el gabacho, no había manera de hablarle al wey y preguntarle dónde reflechuchas estaba. Intenté comunicarme con él por WhatsApp, sólo para descubrir que el paro del "no hay internet en el cuarto" de la noche anterior no era paro sino la neta. Le dejo un recado a Alephxo encima de su maleta: estaré esperándolo en el lobby del hotel. Salgo a ver qué pedo con Joshua. Él está estacionado enfrente del hotel jugando en un jardín con Mapu. Le comento que no sé dónde está Alephxo, que regresaré al lobby a mandarle un whatsapp y él me dice que esperará afuera en el jardín. Alephxo contesta que está en un banco tramitando una tarjeta de crédito y yo lo quiero matar, entra Josh, le digo y también lo quiere matar, especialmente porque el poli del hotel lo corrió de donde estaba estacionado porque ese era el sitio para taxis. Total que el wey se desocupa a los mil años, llega conmigo y me dice que tuvo que hacer ese movimiento porque si le pedía de paro a Josh que se detuviera lo iba a mandar al pito, y a ver aguántenme dejen me voy a bañar.

Muérete.

Total que salimos del Hilton como a los mil años, Josh ganando el galardón al hippie más emputado del Universo y yo jeteando la mona porque nomás había dormido como dos horas. En este punto ya comenzaba a verse el quiebre entre el hakunamatatismo hippie de Josh y el toocoolforschoolismo consumista de Alephxo. Llegamos a Nueva Orleans ya en la noche, haciendo parada primero en... este lugar que no sé donde carajos era, pero íbamos pasando y a Josh se le ocurrió que el perro necesitaba estirar las piernas, así que salimos a estirarlas todos.


Dramatización.

Llegamos a Nueva Orleans por la noche, como íbamos diciendo. Dejamos nuestras cosas  y nos lanzamos a un barecín con música jazzera guapachosona donde estaban los amigos de Josh, donde pedimos una chela, misma que nos dieron en vasito de plástico y yo, dada mi lentitud tortugorehumatil que les decía, no me la alcancé a terminar antes de pasarnos al siguiente bar y me la tuve que llevar de contrabando escondiendo el vaso de plástico del cadenero porque al parecer allá está prohibido que andes tomando chela en vaso de plástico por la calle. Llegamos al HiHo's, bar donde un hermano de uno de los amigos de Josh es copropietario, y nos topamos a dos semifamosos: el primero el wey de Zombieland, a quien yo no ubiqué en la vida hasta que me dijeron que era el entrenador briagadales de Katniss y el moco rubio en the Hunger Games... y a este otro wey:



 Iba con una morra morena de cabello negro, largo, muy guapa, misma que le estaba haciendo el drama de la vida - imagino, por el cerro de morritas orbitándoles alrededor y comprándole pisto al vato, primera vez que me toca ver eso - por lo que no duraron mucho en el lugar. Alephxo estaba cotorreando a un primo que tiene viviendo allá, a quien invitó a caerle, mientras yo me salí a cotorrear sobre los usos y bondades de los ligers con Chris, uno de los amigos de Josh. Sep, "Ligers", no ligues, no, no es typo, estábamos hablando de los animalitos éstos:


Y con trabajos porque yo ya estaba super fumigada. 

Nueva Orleans es una ciudad super relax, es raro ver a una persona que vista formal, parece una ciudad en la eterna vacación. Al día siguiente quedamos en ir a uno de los cementerios donde Lestat se paseaba en los libros de Anne Rice:


Dramatización.


En cuanto cruzamos la puerta del panteón, empezó una lluvia torrencial que no  nos permitió continuar, tuvimos que pasar el resto de la tarde hippiando en la casa que amablemente nos hospedó:



Ese día no hicimos mucho, el siguiente nos lanzamos a conocer los alrededores Alephxo, su primo y yo. Fuimos a la avenida del comercio y la turisteadera que Josh no visita porque el capitalismo etc etc. Compré una playera bien chola con una calavera, que allá les encanta todo ese desmadre de las brujas y los aquelarres y la madre pagana (en estos momentos me pregunto si eso vino después de Anne Rice o si ella escribe lo que escribe por haber vivido ahí), compré unos aretes de flor de lis y una Hand Grenade... en teoría íbamos a comprar tres rondas, cada uno pagaría una, pero esa madre está tan ponedora que con una tuvimos. Vimos un show de unos breakdancers afroamericanos que giraban sobre sus cabezas y tiraban chascarrillos del tipo "we do this show so we can keep away from the poorhouse... and YOUR house! :D", eran muuuy buenos... y luego entramos a un bar gay que era la ternurísima: puro señor otoñal arriba de los 50 años, con sus playeritas polo color pastel, sus shorts caqui a la rodilla, sus calcetines y sus zapatos de gamuza, eso sí, toooodos delgadísimos, aventando servilletas y cantando "love is in the air" mientras lo hacían. Los amé. Nos salimos porque el primo de Alephxo se estaba ondeando, al final empezaron a aventar collares de plástico de las azoteas, agarré un bonche, me encontré un chapo de plástico tirado y lo adopté:

La mejor decisión de mi vida!

Al día siguiente fuimos a la reserva de lagartos y observamos a los animalines en su ambiente natural, cómo se alimentan naturalmente de bombones:



... y como al gabacho se la viene huanga venderte cabezas, patas, calaveras o dientes de recuerdo, que al cabo que es criadero y al rato nacen más.

Después le caímos a la casa de Anne Rice:

 Había putero de zancudos. Y hacía CERRO DE CALOR
con el calor de Nueva Orleans de repente los darketos
de full gabardina a medio mes de mayo en Guanatos 
comienzan a cobrar sentido.

... que según la vecina ya no es su casa porque se mudó después de Catrina. De ahí se supone que nos reuniríamos con Josh y Chris y la bandita pero Alephxo se dedicó a hacerse pendejo en lo que llegaba su primo al cual me quería encasquetar con esa sutileza de patada en los huevos que tienen los hombres, quezque porque venía con "dos weyes del trabajo que no querían venir pero les dije 'wey, no mamen, es mi morra, vino a verme!'" y estás pendejo si crees que voy a fingir que soy tu morra para que quedes bien con los vatitos de tu trabajo, llévenme con Chris ándenle (ah, sí... por cierto, me ligué a Chris), total que llegamos al antro de estos weyes pero Chris ya no estaba.
Día siguiente, nada extraordinario, fuimos al cine, encontramos un pato superbuenpedo en la carretera:



... regresamos a la casa, pasé la noche con Chris y en la mañana siguiente la cagué de manera monumental y a la fecha no me entero de cómo: resulta que me despierto, pero la neurona que procesa el inglés todavía está jetona cuando Chris me pregunta algo que, obvio, no entiendo. Le pido que me lo repita. Otra vez no entiendo. Le pido que lo repita una tercera vez. Inútil. En este punto pienso que si le vuelvo a pedir que me diga lo mismo me va a mandar al dickson y va a pensar que tengo retraso mental, así que se me ocurre la brillante idea de escanear lo que medio alcancé a entender y ahí que mi cerebro se las arregle en descifrar qué quizo decir. Las palabras que pesqué fueron "Nueva York", "ride" y que era pregunta. Ese día nos íbamos a Nueva York, y sí, venía de aventón con Alephxo y Josh, tonz asumí que me estaba preguntando eso, tonz le dije "ahhh sí, hoy salgo de ride a Nueva York con estos weyes... if that's what you're asking". El vato hizo una cara como si le hubiera pegado una patada en los bajos y se encerró en el baño, después de un rato salió para despedirse, que buen viaje, y desde entonces no me habla. Mal plan, era un estuche de monerías.

Y así, salimos rumbo a Nueva York.



sábado, octubre 12, 2013

De mochilazo en el Gabacho, Parte 3

En el capítulo anterior habíamos entrado a un bar gay de Austin, visto un número comicomusical y babeado por los bailarines antes de decidir que era hora de regresar con Joshua. Bien.
Nos dirigíamos a la salida del antro cuando alcancé a ver al ya desocupado wey de los tattoos. "Mira, el wey de los tattoos allá va", le dije a Alephxo. "Vamos", contestó. Y allá fuimos. Llega Alephxo "Hey, whazzup bro! We saw your performance, you should have won!", "Thanks man", "Can we see your tattoos?", a lo que el wey se levantó la playera para mostrarnos sus tatuajes.


Dramatización.

Le pregunté cuántos tenía y qué significaban, me habló de todos y cada uno de ellos, y cuando llegamos a la parte de "esta calavera de aquí la diseñé yo", "¿tú dibujas?", "Yeah"...

Excelente!

De ahí me agarré. Hablamos de arte, de cómo construir una imagen, de diseño de tatuajes y "ah, yo no tengo ninguno pero le he hecho varios a la banda", "deberías diseñarme uno", "claro! dónde lo quieres? Igual puedo ensayar con henna, o un marcador", "estaría bien, tengo un amigo que me está rayando encima todo el tiempo"... y así y así como por mil años hasta que se acabaron el pisto... todos menos yo que para comer y beber soy lenta como tortuga rehumatoide en slow motion. Él dijo "soy bartender del bar aquí al lado, deja tu chela, vamos para allá y te preparo un drink". Así lo hicimos. El wey nos preparó a Alephxo y a mí un coctel buenísimo, no nos cobró nada y mientras él chambeaba nosotros bailando en pista y así. Cuando llegó la hora de irnos, nos dio tarjetas de presentación y nos dijo que ahí iba a estar la siguiente noche, por si queríamos caerle y nos daba más pisto gratis. Le agradecimos y nos regresamos con Josh.

Como nos tardamos más de la cuenta, el bar donde Josh estaba ya había cerrado y el wey no estaba por ningún lado, nosotros con nuestros celulares sin saldo no podíamos contactarlo, tuvimos que pedirle el celular prestado a unas prostis de una esquina para poderle marcar al wey, quien nos dijo que estaba en la casa de una amiga de su amiga que acababa de conocer y que le cayéramos con Lexy, que ella no estaba pero había dejado la puerta de atrás abierta y nomás teníamos que brincarnos la rejilla y entrar por el patio. Paramos un taxi y eso hicimos. Después de que el taxista nos tachara de marros irredentos porque allá, al parecer, a los taxistas además de pagarles el servicio también se les da propina, llegamos super hambrientos a asaltar el refri de Lexy, sólo para descubrir que había un cerro de animalitos del bosque caminando por toda la cocina. Por animalitos del bosque me refiero a cucarachas. Muchas. De todos tamaños, colores y no sé si sabores porque se nos quitó el hambre, pero asumo que sí (paréntesis: Lexy es una chica muy limpia y su casa estaba impecable, sólo que enmedio del bosque y por lo visto ama a todas, TODAS, las criaturas del Señor).
Al día siguiente nos despedimos de Lexy y Josh nos llevó a un río que, según 9GAG, tiene 120 pies de profundidad. 


 No se cuánto sea en metros, ahí multiplíquenle. No nos pudimos quedar mucho rato porque Mapu se agarró a mordidas con otro perro y le perforaron la pata, tonz nomás nos dedicamos a curarlo y de ahí nos lanzamos a buscar algún otro río sin perros... que al final estuvo mejor:


Dramatización.

Estuvimos ahí todo el día y toda la tarde, sudando a mares porque el clima en Austin está medio infernal, total que nos regresamos sudorosos y pegajosos a la casa de la amiga de la amiga de Josh, que acababa de conocer el día anterior y quien se había ofrecido a hospedarnos en reemplazo de Lexy. A mí me urgía llegar para bañarme, cambiarme y arreglarme con propiedá antes de lanzarme al bar con el bartender más apuesto de Austin, pero cuando llegamos a la casa de la chica, ella no estaba, la casa estaba cerrada, la luz apagada y a saber cómo nos habrá vendido Josh con ella, seguro le dijo "vengo con dos mexicanos" y la mujer se imaginó a dos sombrerudos chancleteros chorreando agua del río Bravo con gallinas bajo el brazo, porque de repente Josh alza el brazo y nos dice a Alephxo y a mí "ustedes se van a quedar ahí", señalando una van vieja y destartalada en la parte de atrás del patio, sin llantas, con hierba creciendo alrededor, sin luz, sin agua, sin ventanas...  
Estando mi mandíbula aún en el piso, Josh agrega: "Bueno, Fulana no está y no contesta el teléfono, así que cámbiense para ir a la 5ta de Austin", "O sea, cómo", "Sí, adentro del coche, dejen les abro la cajuela para que saquen ropa de sus maletas".  "A ver si entendí... vengo sudada, pegajosa, sin maquillaje, enterregada, olorosa... no hay agua, no hay LUZ... y quieres que así me arregle para ir al centro???", "", "...". "Yo pido la van destartalada!" dijo Alephxo mientras agarraba sus cosas y se metía a cambiarse en la oscuridad. Yo tuve que pedirle a Josh una toalla y hacer mil malabares para cambiarme de ropa debajo de ella, pero maquillarme y peinarme estaba más allá de lo humanamente posible. Ok, ya tuve suficiente de guerrerismos y hippie lyfestyle: necesito un hotel. YA. 
Les propuse a los muchachos pagar una noche de hotel, dado que ellos ya habían provisto el hospedaje durante el viaje y terminamos rentando una noche en el Hilton. Yep, de la casa de las cucarachitas al Hilton. Josh terminó quedándose con la morrita porque no mames las corporaciones y el capitalismo y me quiero ligar a la morrita, mientras Alephxo y yo nos preparábamos precopeando con cafés irlandeses llenos de un vodka asqueroso y malísimo que venía gratis en la compra de un termo que a Alephxo le gustó. Total que nos lanzamos al bar y encontramos a Jesse, nuestro bartender estrella, en la barra. Nos dio pisto gratis toda la noche mientras Alephxo ligaba y yo ya bailaba con él, ya volvía a la barra, ya me ponía a platicar con más gente y demás. Me pregunta Jesse por Alephxo, le digo que salió con suerte y anda con el nuevo ligue en la pista, me pregunta dónde me estoy quedando y me dice "si él decide irse con el ligue, yo te llevo de regreso a tu hotel". En eso Alepxho regresa, le comento lo que me dijo Jesse y me dice que se va a abrir para que yo me lleve a Jesse al hotel, que se va a meter al baño y ahí se va a encerrar en lo que "atendemos nuestros asuntos" y "vas hija!". Así le hacemos, el wey se va, yo me quedo a esperar a Jesse hasta que hacen corte de caja y cierran. Ya íbamos de salida cuando el otro bartender le grita a Jesse que lo esperemos, que él se va con nosotros para que, una vez me dejaran en el hotel, ellos dos compartieran gastos de taxi. Yo así de Mmmmta...
Una vez llegando al hotel, me dice Jesse que suba a ver si mi amigo no está "ocupando el cuarto", y si es el caso, que ellos se esperan conmigo en el lobby "hasta que acabe". Subo corriendo al cuarto pensando "paro, paro, paro, paro, necesito un paro!!!", abro el cuarto, Alephxo con el antro a todo lo que da dentro del baño, según él hiper discreto, le toco la puerta, se asoma, le cuento la situación y el wey en putiza se saca el paro de la vida: "mira, me llevo la laptop abajo con el pretexto de que acá arriba no hay internet y distraigo al otro wey, tu piensa en algo para traerte a Jesse al cuarto". Bajamos por el elevador. Piensa, Nell, piensa, piensa! llegamos con ellos, presentamos a estos dos weyes y entonces se me ocurre "Hey Jesse! Dado que no sé si vayamos a regresar en un rato, podría ensayar uno de mis tatuajes en tí y tomarle una foto?", el wey dice que sí, le digo que me acompañe, pues el material y la cámara están arriba, me acompaña, entramos al cuarto, comienzo a dibujar en su hombro pero la tinta no coopera, me dice "espera, tengo que limpiar el área", entra al baño, se quita la camisa, se lava...

Ooohhh diosss la tensión sexual más cabrona de los siete continentes! Terminé el dibujo como pude, me quedó bien culero pero poz... dadas las circunstancias...


 Al final terminé, le hice una sesión de fotos al wey, se puso la camisa, se amarra el cabello, me agradece, se aproxima, me besa, me carga, me baja. "Don't start anything you can't finish", me dice. Me aparto, le digo "I am not touching anything", sonríe. Seguimos fuera el cuarto durante todo el trayecto, jugueteando, beso, jugueteo, beso, al final llegamos con los otros dos weyes, Jesse me rodea con sus brazos por atrás, me desea buen viaje, se van.  De regreso al cuarto Alephxo me cuenta que él logró besar al bartender con la clásica "yo nunca he besado a un bartender". Che vato turbo...
De ahí a dormir tres horas pues Joshua pasaría a recogernos en la mañana para partir a Nueva Orleans.

sábado, octubre 05, 2013

De mochilazo en el Gabacho, Parte 2

Entonces llegamos a Austin, de noche, con todo cerrado. Alepxho vislumbró un Wendy's en la lejanía y le pidió a Joshua que nos paráramos por hamburguesas, Joshua dijo "no" porque no mames  los corporativos sin rostro y los productores locales y el dios de los hippies me castiga... o a la mera nomás por hacer el chiste, el punto es que se siguió de paso, lo cual causó que Alephxo se obsesionara con las hambuguesitas del Wendy's por el resto del viaje. Llegamos al depa de un amigo de Josh, que no estaba y le había dejado las llaves en el pantalón suyo mismo de su propiedá del amigo porque se le olvidó al vato dejar las llaves y tuvimos que forzar la ventana trasera para meternos, total que yo dormí en el cuarto del amigo que no estaba y los weyes en la alfombra de la sala junto con Mapu. Al día siguiente nos fuimos a un río de por la periferia...



... y al que sigue llegó el amigo con la mamá recién llegada del Ecuador, por lo que nos tuvimos que abrir del depa. De ahí nos pasamos a la casa de Lexy, una chica hippie amiga de Josh que ese mismo día estaba recibiendo a una rumana que tb iba de paso. Lexy amablemente puso dos colchones en su sala para nosotros y echados ahí tirando la hueva estábamos cuando de repente la morra ve hacia la pared, grita "¡Capitanito!" y se levanta como resorte toda emocionada hacia la pared, poniendo las manos en forma de casita. Supusimos que se trataba de un lagartijo o alguna cosita de esas y Alephxo, con el superpoder de haber trabajado en una tienda de mascotas exótica, se paró también y fue con Lexy a ver al bicho. "¿Lo quieres agarrar?" preguntó ella. Él dijo que sí, ella cerró las manos alrededor del animalito y se lo soltó a Alephxo en las suyas. Era una cucaracha de alcantarilla enorrrrmeeee y asquerosa!! La rumana salió corriendo y yo detrás de ella mientras la cucaracha en las manos de Alephxo y el wey mismo hacían contacto visual, tan petrificados el uno como el otro. 
La cucaracha rompe el juego de las estatuas de marfil y le corre por el brazo a Alephxo quien la sacude a la mierda mientras Lexy dice "ayyy pobrecito no le hagan daño". Al día siguiente Lexy nos llevó a un río de las cercanías en donde Alephxo quizo rescatar a un grillo de una telaraña, le jaló una pata y se la arrancó, para luego redescubrir el significado de la Navidad:



Por Navidad, obvio, nos referimos al significado de la palabra "ranazo", que nos quedó bien claro después de que este wey aventara a nuestra amiguita la ranita de regreso al río. De regreso nos cambiamos y nos dispusimos a ir a la 5ta avenida de Austin para checar la vida nocturna, y porque Josh iba a ver a una amiga en lo que resultó ser un bar todo SonsofAnarchioso al que Alephxo y a mí no se nos antojó entrar. Josh nos pidió dejarlo un rato a solas con esta chica así que nos lanzamos primero a uno de esos edificios pepones de gobierno...



... y luego a la sección de los antros gay que Alephxo quería checar. Entramos a uno, nos tomamos una chela y ya nos íbamos cuando un drag queen abrió pista imitando a Amy Winehouse tonz nos quedamos a ver el show, que consistía en un concurso de baile que convocaba a los asistentes. El primero era un wey todo bonito, delgadito, nenísima... el segundo era un tipo guapo mamadón tipo el Capitán América de los avengers pero más aterrizado a lo real, el tercero era un latino medio chubby al cual se le admira la valentía, y el cuarto un afroamericano delgado pero muy marcado. Bailaron cada uno a su estilo, todos bien - excepto el latino que era la variedad, no, no es por racista, neta era la variedad - y en eso, ya que iban a cerrar el concurso para pasar a votaciones, Here Comes a New Challenger: un wey de muy buen cuerpo, cubierto de tatuajes y colita de caballo que hizo que Nell se llevara el puño a la boca en cuanto le vio el rostro.
Le ponen la música, el wey empieza a bailar mientras se suelta su cabello laaaargo y Nell se viene veinte veces, Alephxo otras tantas. Al final ganó el Capitán América, pero en cuanto el concurso se cerró, el cardúmen de gente siguió al wey tatuado y Alephxo y yo no fuimos la excepción. El wey estaba rodeado de gente, así que nos hicimos pendejos bailando enfrente de él un rato en lo que se desocupaba, pero en cuanto vimos que una drag queen guapísima tipo Beyonce le estaba haciendo un baile sensual que él no parecía repeler del todo, asumimos que ya se lo habían agandallado y, como ya era tiempo de regresar con Josh, decidimos irnos del lugar.

Y hasta aquí me quedo hoy, mañana le sigo.

viernes, octubre 04, 2013

De mochilazo en el Gabacho, Parte 1

Aprovechando que no puedo dormir y antes de que mis recuerdos sean sobreescritos por alguna otra cosa super útil como la url del negocio que te permite rentar gallinas o las razones por las cuales eso es útil:



... vengo a redactar el superviaje de mes y cacho que me aventé en el gabacho, mas que nada para mí misma porque ya nadie lee blogs, edá? Bien....

Resulta que estaba yo felizmente picándome los ojos en la comodidad de mi asiento cuando, scrolleando el caralibro, me encontré un singular mensaje de mi amigui Alephxo, del que ya había hablado en otras ocasiones mencionando su excentricidad característica, y ese mensaje no estaba muy excento de ella. Decía que lo habían invitado a un viaje a EUA, iban sólo él y otro wey, manejando desde Guadalarranch hasta Nueva York, y necesitaban gente para compartir gastos de casetas y gasolina. Como mi picadura ocular amenazaba con atravesarme el cráneo, decidí lanzarme con ellos, muy al estilo de nosotros los Nelsons:



Y pues nada, empaco ropa para un par de semanas y me lanzo con mi maletita a casa de Alephxo. Afuera de su casa hay un wey mamadísimo timbrando, asumo yo que es el wey con el que nos vamos a ir y le saco plática al respecto. El wey no sabe nada, pero se pone a hablarme de que lo corrieron de su casa y de que tiene poderes y que "mira hija, ¿ves los rayitos de luz?" El vato se pone a hacer un tipo Kame Hame Ha y se tensa todo, Nell se saca de pedo y le da el avión sin saber si habla en serio o está mamando, en eso sale la mamá de Alephxo, me dice "¿Tú eres Nell?", "", "Pásale" y acto seguido corre al wey diciéndole que mi compa no lo puede ver y que regrese más tarde. Yo así de o_O. 
Me paso al cuarto de mi compa, que parece museo de antigüedades con katanas, budas, cuarzos, plumas de aves exóticas, carcazas de tarántulas y monería y media de adorno. Él me comenta que el wey con el que nos vamos a ir es un tipo que puso el anuncio en internet y no lo conoce pero en 20 minutos llega. "Ahhh bueno...  ._. ". Ahí es donde llega Joshua, un neoyorkino hippie que decidió pintarle el dedo medio al sistema y ahora vive hippiando por la vida alrededor del globo en compañía de Mapu, su pitbull mascota y segundo al mando. Es neta. El orden jerárquico de ese viaje era Joshua, Mapu, Alephxo y al final yo! 

Total que salimos a carretera cruzando Tamaulipas...


Dramatización.

.. y llegando a un lugar llamado El Mante, que estaba HIRVIENDO. Llegamos por la noche a la casa de una de las tías de Alephxo, que tenía un ex-perro policía, un pastor alemán enorme y hermoso, conocido por estar entrenado para someter banda y masacrar a otros perros, por lo que Mapu tuvo que dormir en el cuarto con nosotros y el muy huevudo se la pasaba subiéndose a mi colchón. Salimos al día siguiente a las hirvientes 9 de la mañana y seguimos todas las hirvientes horas hasta que llegamos a la frontera, donde tuvimos que pretender que eramos amiguis de toda la vida y no mencionar que nos acabábamos de conocer ayer. Pasamos sin mayor contratiempo, el perro feliz como Juan por su casa, sin pedos (cuando Nell tuvo que gastar chingos de lanas para poderse traer a Lukka del Reino Unido quezque porque certificados de vacunación e importación y exportación y las arañas burocráticas) y comimos nuestro primer lunch chatarrero TexMex en un fast food de McAllen con la estatua de la Libertad toda sexy montada en una moto colgada del techo, dimos algunas vueltas buscando un banco donde Alephxo tenía una cuenta gringa congelada con lana y de ahí seguimos manejando hasta Austin. A partir de aquí empieza lo chido, pero de eso escribo mañana, si no se me va el pedo o se me hincha hacer otra cosa :)

Merry weekend!