lunes, diciembre 22, 2008

El círculo cromático de la Empatía: ensayo sobre por qué no te tengo que dar explicaciones acerca de mi gusto por Edward Cullen... pero lo voy a hacer

Soy un ser humano y como tal, se me van las cabras muchas veces. Sin embargo, hay ocasiones en las que las dejo ir porque me doy cuenta que el tenerlas con la soga al cuello no tiene el más puto sentido.
Si se tomaron la molestia de leer el cerro de capítulos traducidos que posteé donde chotean el libro jocosa y carniceramente, quienes me conocen podrán ver en Bella una perfecta, perfectísima representación caricaturezca de mi petit persona. Quienes me conocen de lejos, sólo verán una perfecta, perfectísima representación de mí, así, a secas. Y quienes no me conocen y no les importa un pepino quien mierdas soy y solo vinieron buscando algo - LO QUE SEAAA- del inyectable Edward Cullen, si saben reirse de sí mismos, se divertirán de lo lindo, porque, lo que sea de cada quien, el resumen de esa madre está divertido. O eso era lo que yo pensaba, hasta que le pasé el resumen a otro twilighter pensando que le causaría gracia y se emputó. A twilight lo amas o lo odias. O te puede ser indiferente, o lo puedes odiar parcialmente, o lo puedes amar parcialmente, o tal vez sólo te caiga bien de lejitos, etc etc etc. En qué radica dicho gusto? Mi teoría:


El círculo cromático de la Empatía
-------------------------------------- por Nell





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Él es Roy Santiago. Le gusta el cine de arte, leer a Sartre, mandarle tarjetas de feliz navidad con una foto de dos niños famélicos del Congo a sus 12 contactos del facebook y jugar ajedrez. Olfatea la decadencia de la sociedad con un sentido diez veces más agudo que el resto, por lo que para él todo apesta, y es capaz de adivinar tu coeficiente intelectual con verte medio segundo. suele joderle la borrega a la gente que lo tiene bajo, usualmente haciendo referencias a cuan bajo es. Es buen historiador y la gente lo respeta. Su vida social no es muy activa, pero no le importa pues encuentra el World of Warcraft mucho más interesante. Odia que la gente sea superficial y hueca, y aboga por valorar la capacidad intelectual e integral de las personas como seres humanos más allá de cómo lucen. Con todo, a su amiga la gordita chaparrita de gran integridad como ser humano que lo ha amado en secreto por años todavía no se le arma.



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Él es Marco Villarreal. Le gusta el cine, a secas, leer los comentarios que le dejan sus 2583 contactos (de los cuales conoció en el antro al 80%) repartidos entre el facebook y el myspace y sin contar el hi5 porque ya se volvió demasiado kitsch para su estilo high-glam-fashion. Es capaz de ver una mala combinación de estilo de aquí a cinco cuadras y estilizar su cabello es un procedimiento de al menos diez pasos distintos. Gente como Roy Santiago tiende a joderle la borrega haciendo referencia a cuan bajo es su IQ, pero a él no le importa porque 1. Su IQ no es bajo, simple y sencillamente nunca ha necesitado demostrarlo y 2. El amor platónico de Roy Santiago muere por él, cosa que confirma el punto 1. Liga cada que sale, y cuando comienza a salir con alguien en plan serio, pierde el interés inmediatamente si su cita le menciona más de cinco veces lo atractivo que es.


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Él es Isaac Muguiro. No va al cine porque ese día juegan las chivas. No lee pero es fan del canal del Anticristo en youtube y es capaz de romper el record mundial de albures sobre segundo. No le mandará nada a nadie en Navidad, pero estará presente sin falta en el Maratón Guadalupe- Reyes. Para él, todos los hombres fuera de su círculo de compas son maricones, e incluso dentro de él suelen tirarse mierda al respecto y, cuando el primero del grupo cae ebrio hasta la inconsciencia, invariablemente despertará con penes dibujados en la frente con marcador indeleble. Campeón local en el concurso de eructos, es capaz de hacer finuras monumentales como pedorrearse sonoramente en un elevador, comerse sus propias costras o recoger palomitas a medio comer del bote de basura del cinépolis.




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Él es twilight.







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Y esa es la historia de cómo le volví a picar al 3dMax

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