Las diferencias entre círculos sociales no terminan de asombrarme. Lo que para unas personas es ser sincero y directo, para otras es ser metiche e imprudente. Lo que para unos es diplomático y discreto, para otros es ser hipócrita y deshuevado.
Uno de los círculos sociales que frecuento aleatoriamente carga con el estigma de la exageración hiperbólica. Tira accidentalmente una bebida: serás un manos de estómago. Habla ligeramente golpeado, de neurótico no te bajarán.
Como a mí me late más el rollo de la imprudencia que el de la deshuevadez, pues vaya, que ya me estoy ganando mi mote dentro de las ligas del chisme y derivados, probablemente gracias a la técnica ninja que he desarrollado para que no se note, cada que los veo, que recordar sus nombres es para mí una tarea titánica... ya no se diga lo que me cuentan de sus vidas. Entérese todo aquel al que le sea de utilidad, que tiene una garantía conmigo: cosa que me cuente, cosa que servirá para pasar el rato y no recordaré al siguiente día por falta de evocación, ni se quedará en mi memoria, porque rara vez se queda ahí algo que no me interesa. Única y exclusivamente estoy disfrutando mi condición imprudente, porque me encanta serlo y eso es todo. Y lo soy porque creo profundamente que el cartelito de aquí abajo tiene toda la razón del mundo:
Creanlo ustedes también. Es liberador.
Uno de los círculos sociales que frecuento aleatoriamente carga con el estigma de la exageración hiperbólica. Tira accidentalmente una bebida: serás un manos de estómago. Habla ligeramente golpeado, de neurótico no te bajarán.
Como a mí me late más el rollo de la imprudencia que el de la deshuevadez, pues vaya, que ya me estoy ganando mi mote dentro de las ligas del chisme y derivados, probablemente gracias a la técnica ninja que he desarrollado para que no se note, cada que los veo, que recordar sus nombres es para mí una tarea titánica... ya no se diga lo que me cuentan de sus vidas. Entérese todo aquel al que le sea de utilidad, que tiene una garantía conmigo: cosa que me cuente, cosa que servirá para pasar el rato y no recordaré al siguiente día por falta de evocación, ni se quedará en mi memoria, porque rara vez se queda ahí algo que no me interesa. Única y exclusivamente estoy disfrutando mi condición imprudente, porque me encanta serlo y eso es todo. Y lo soy porque creo profundamente que el cartelito de aquí abajo tiene toda la razón del mundo:
Creanlo ustedes también. Es liberador.
1 comentario:
Indeed.
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